EL GRANJERO
CUENTO
MOTOR: LOS ANIMALES DE LA GRANJA
Había una vez un
hombre que vivía en una granja. Todos los días se levantaba muy temprano (Bostezar
como sí nos estuviéramos levantando). Siempre lo hacía
cuando cantaba su gallo Kiriko (kíkiríki,
kíkíríkííiíí, …. ). Luego se lavaba y después desayunaba leche y unas tostadas
de pan muy ricas (Abrir y cerrar la boca primero despacio y después rápido, aumm,
aumm,…. imitando comer). Seguidamente, se iba a cuidar a los animales. Primero
limpiaba las cuadras donde estaban, y lo hacía cantando (lalalala,
lalala lalalala lale, lalalala lá lalalali,…. se pueden seguir inventando
diferentes ritmos).
Todos los animales
estaban muy contentos porque veían que el granjero estaba contento y lo dejaba
todo muy limpio para que ellos estuvieran a gusto. Después de haberlo limpiado
todo, empezaba a dar palmadas (distintos ritmos
de palmadas), diciendo:
– Todos a comer.
Y todos los animales
se relamen, porque ya tenían hambre (mover la lengua de
un lado para otro pasándola por los labios de arriba y luego por los de abajo,
despacio y rápido. Luego apretar los labios uuummmm, uum, uumm, … ) y
se preparaban para recibir la comida.
El granjero empezó a
darle de comer a las gallinas:
– Hola
gallinitas, (pita, pita, pita, pita, piíita,….)
Las gallinas lo
recibían muy contentas (cooooco, cococoooooco, ….) y
los pollitos también (pío pío píooo…) y empezaban a picar el
trigo que les echaba.
Después siguió con
los patos:
– Hola patitos, y
silbaba para llamarlos (intentar silbar varias veces,
aunque solo salga el soplo).
Los patitos acudían
rápidos (cuaca, cuaca, cuaaa…) y comenzaban a
comer.
Luego se iba a donde
estaban otros animales, la vaca, el cerdo, las ovejas y las cabras, a los que
también saludaba.
-Hola, hola, (Hacemos
participar a los niños para que digan varias veces el saludo, para que les
puedan contestar los animales).
Y todos los animales
contestaban alegres (la vaca: muuu, muuu, muuu,…. el cerdo: oinnn oiíinnn oíiínnn,….
las cabras y las ovejas: beeee, beeee, beeee, …. ) y
se pusieron a comer.
Por último acudió
corriendo su caballo (tocotoc, tocotoc, tocotoc,..) y también
los conejos, porque ellos también querían comer. Y cuando les dio la comida,
empezaron a mover su boca (movimiento de labios cerrados,
abiertos, lento, y algo más rápidos), y allí se
quedaron todos.
El granjero, cuando
acabó la tarea, se fue a su casa a comer y a descansar un poco.
Cuando llegó la tarde
fue al campo con su perro, los dos iban muy alegres; el granjero cantando (lalala
lá, lalala lala lala la,….) y el perro lo
acompañaba (guauu, guauu, guau guau guauuu,…).
Iban alegres porque
tenían que cortar hierba para que los animales de la granja, tuvieran comida al
día siguiente.
Cuando acabaron
volvieron a la granja igual de contentos (repetir lo
anterior, si se quiere con otros ritmos).
Al final del día se
fueron a cenar, y después a dormir (Inspirar por la
nariz y echar el aire por la boca, como haciendo el dormido).
Todos los animales de
la granja, también dormían felices, porque tenían un granjero que los cuidaba
muy bien, y por eso lo querían mucho.
Por eso, siempre que
se cuida bien a los animales, nos querrán mucho.
Colorín, colorado,….
Y COLORÍN, COLORADO
ESTA ENTRADA HA TERMINADO.
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