Escape-room Virtual

     ¡SORPRESA, SORPRESA!

    Pues Matías nos había dejado un premio, pero para llegar a abrir la caja hemos tenido que realizar una serie de pruebas:

¡QUÉ EMOCIÓN, QUÉ NERVIOS!

    

    En la manzana del bodegón de Cézanne hemos tenido que resolver un Kahoot para encontrar la pista que abría un candado.

    Después han decidido pinchar en el Reloj de Dalí y nos ha saltado un puzzle. Al resolverlo hemos visto que aparecían unas letras y unos números que no eran del cuadro real. Otra pista.

    ¡Vamos a la escultura del Moisés de Miguel Ángel! Una palabra misteriosa nos servirá como pista para su candado:

    El siguiente enlace  han sido los cubos de Kurokawa, donde hemos tenido que averiguar una palabra oculta a partir de Liveworksheet:

    Vamos con la ventana. Nos lleva hasta el Tour de Francia y Cézanne nos pide coger nuestras bicicletas imaginarias y hacer un Tour por la clase. Nos lo hemos pasado fenomenal, nos ha pedido decidir cuál era la bandera de Francia y se ha olvidado dejarnos pista. 

    Seguimos con la Araña de Bourgeois. Y nos encontramos con una adivinanza de las que ya habíamos trabajado, así que ha sido muy fácil averiguar la pista:

    Después en el ¨Peine del viento" de Chillida había una poesía. Como nos la sabemos de memoria de las asambleas, hemos sabido rápidamente qué palabra faltaba, consiguiendo así la pista:

    En la salamandra de Gaudí nos hemos encontrado con unas sumas que hemos resuelto sin ningún problema y hemos conseguido el código secreto para ese candado:

    Y terminamos con el cuadro de Kandinsky, con la lupa teníamos que averiguar la pista. ¡Qué pronto la han encontrado, menuda vista!

¡Conseguidas todas las pistas ya podíamos abrir los candados!

¿Y qué nos hemos encontrado?

    Por supuesto hemos ido corriendo a la casita a buscar las llaves y hemos conseguido, después de varios intentos, abrir la caja y recoger nuestro premio:

    Después de ver el premio han tenido la idea, ellos solos, de hacerles un dibujo para regalárselo a Matías. Así que se han puesto con todo su arte e imaginación a pintar y los hemos dejado con un trozo de queso en el buzón para que lo vea cuando vuelva a dejarnos su próxima carta:

Y, ¿después de todo esto, qué nos queda?

Pues la TAREA FINAL.

(Os espero a todos por aquí para contárosla mañana)